L a doctrina sentada por el Tribunal Supremo en forma reiterada, entre otras en la Sentencia 63/2019, de 31 de enero en relación a «las consecuencias o efectos de la declaración de abusividad de las cláusulas de interés de demora» dispone que:«debe señalarse que las sentencias de este tribunal 265/2015, de 22 abril, 470/2015, de 23 diciembre, 79/2016, de18 febrero, y 364/2016, de 3 de junio, resolvieron sobre los efectos que debía tener la declaración de abusividad, y consiguiente nulidad, de la cláusula que fijaba los intereses de demora en un préstamo.
Concluimos en estas sentencias que lo que procede anular y suprimir completamente, privándola de sucarácter vinculante, es esa cláusula abusiva, esto es, la indemnización desproporcionada por el retraso enel pago de las cuotas del préstamo (el recargo sobre el tipo del interés remuneratorio), pero no el interésremuneratorio, que sigue cumpliendo la función de retribuir la disposición del dinero por parte del prestatariohasta su devolución.
Debe recordarse que el recargo que supone el interés de demora sobre el interés remuneratorio comienzaa devengarse cuando el prestatario incurre en mora porque deja de pagar las cuotas del préstamo en las fechasconvenidas, sin necesidad de que el banco dé por vencido el préstamo anticipadamente y proceda a «cerrarla cuenta» del préstamo.
Y carece de lógica que el interés remuneratorio deje de devengarse cuando, transcurrido un cierto periodo de tiempo durante el que el prestatario se encuentre en mora, el prestamista haya hecho uso de la facultad de vencimiento anticipado, porque el ejercicio de esta facultad no afecta a la función que tiene el interés remuneratorio de retribuir la prestación del prestamista de modo que, anulada la cláusula abusiva, el interés remuneratorio continúa devengándose respecto del capital pendiente de devolución.
La sentencia del TJUE de 7 de agosto de 2018, asuntos acumulados C-96/16 y C-94/17, que resuelvela cuestión prejudicial planteada en este recurso para despejar cualquier duda sobre la conformidad de lasolución adoptada por esta sala con el Derecho de la Unión Europea, ha resuelto:
«La Directiva 93/13 debe interpretarse en el sentido de que no se opone a una jurisprudencia nacional, como ladel Tribunal Supremo cuestionada en los litigios principales, según la cual la consecuencia del carácter abusivode una cláusula no negociada de un contrato de préstamo celebrado con un consumidor que establece el tipode interés de demora consiste en la supresión total de los intereses de demora, sin que dejen de devengarselos intereses remuneratorios pactados en el contrato».
La consecuencia de lo expuesto es que procede aplicar la doctrina jurisprudencial establecida en lassentencias 265/2015, de 22 de abril, 470/2015, de 7 de septiembre, 469/2015, de 8 de septiembre, 705/2015,de 23 de diciembre, 79/2016, de 18 de febrero, 364/2016, de 3 de junio, y 671/2018, de 28 de noviembre, sobrelos efectos de la nulidad de la cláusula sobre intereses de demora, cuyo ajuste a las exigencias del Derechode la Unión ha sido declarado por el Tribunal de Justicia.
La solución, conforme a lo dispuesto en las sentencias de esta sala citadas en los párrafos precedentes, es que, declarada la nulidad de la cláusula que establece el interés de demora, cuando el prestatario incurra en mora el capital pendiente de amortizar sigue devengando el interés remuneratorio fijado en el contrato».
Es decir, la declaración de la nulidad del interés moratorio pactado en la escritura de préstamo con garantía hipotecaria que a las partes vincula, no impide seguir adelante con la ejecución despachada devengando intereses remuneratorios al tipo pactado desde que se produce la mora.
Por otro lado, la Disposición Transitoria Primera de la Ley 5/2019, de 15 de marzo, reguladora de los Contratos de Crédito Inmobiliario, se refiere expresamente a los contratos preexistentes consignando que «esta Ley no será de aplicación a los contratos de préstamo suscritos con anterioridad a su entrada en vigor», a salvo las excepciones que consigna, entre las que no se encuentra el artículo 25 relativo a los intereses moratorios y al anatocismo. En consecuencia, habrá que ver la fecha de celebración del contrato para verificar si le es de aplicación dicha Ley.